Itati Olmedo

Malena tiene 20 años y sus papas querían ponerle Lena, pero como sabían que todos le preguntarían “Malena?” decidieron ponerle directamente Malena. Fuimos juntas al colegio. Aunque los últimos años fueron puros desencuentros, la pandemia nos encontró al fin en capital y nos permite transitarla juntas. Pocas cosas me gustan de los desencuentros. En realidad, solo hay una: seguir descubriendo a una persona que conoces hace años y que queres hace tiempo. Por ejemplo, en esta sesión descubrí que tiene un ojo bastante mas chico que el otro. Ella me dice que siempre lo tuvo, yo nunca lo había notado. Con ella tengo uniones en muchos ámbitos de la vida: convicciones, pasiones, arte y carrera. Tiene un pelo pseudo rubio descontrolado, con un corte que se parece al mío y que fue tan al mismo tiempo que asusto bastante. Todo en la cara de Malena me parece interesante. Generalmente tiene los labios partidos, un ojo mas chico que el otro y dos cejas asimétricas y hermosas. Tiene también un gran

  Canon EOS REBEL T5i Sensibilidad ISO: ISO-1600 Diafragma (f): f/25 Velocidad de obturación: 1/640 Distancia focal: 50 mm flor Cómo se pronuncia nombre femenino Parte de las plantas fanerógamas donde se encuentran los órganos reproductores que suelen estar dispuestos en cuatro verticilos (cáliz, corola, androceo y gineceo); pueden ser de muchas formas y colores distintos, unisexuales o hermafroditas, solitarias o agrupadas en inflorescencias. marchito , marchita Cómo se pronuncia adjetivo 1. [flor, planta] Que está falto de lozanía, frescura y verdor. Elegí fotografiar una ramita que se había muerto en la primer planta que tuve, en el primer departamento al cual me mude hace unas semanas. ¿ Por que? porque la belleza en las cosas cotidianas es de lo mas simple y noble que presencie jamás. Intentar ver la parte estética entre naturaleza muerta me pareció simplemente sincero.  A veces lo digo en chiste, pero esta planta representa para mi una búsqueda desesperada de construir un hogar,

  Elegí este objeto e, increíblemente, lo elegí en su contexto (y por su contexto).  Y esto fue, de hecho, lo que mas me atrajo a sacar la fotografía.  No hay dudas de que el concepto "tiempo" en esta situación pandémica ha perdido todo tipo de sentido y fuerza. El tiempo ya no existe, el tiempo ya no es tiempo. Un día puede sentirse como una semana o como apenas unas horas.  Las semanas caben en un parpadeo, los meses pasan sin gracia y desapercibidos. Al menos así lo viví yo, encerrada completamente hace 6 meses en una casa que ni siquiera es mía.  Este reloj lo elegí porque es de las pocas cosas que me ponen en orbita cuando ya no hay referencias temporales, cuando mi reloj biológico se rompe. Podría decirse que es el único aparato que me mantuvo cuerda en toda la cuarentena. (hablando de los relojes en general, claro esta) Sin embargo, cobro aun mas fuerza cuando lo vi ahí, en un rincón, y sobre todo: arriba de una caja de leche.  Esto se explica rápidamente con una muda